Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, d
onde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pablo debe estar dirigiéndose a un grupo de colosenses que ya habían experimentado el reino, o está plantando un si hipotético, porque Pablo se dirige claramente a los corintios en el futuro: Pues como Dios levantó al Señor, también a nosotros nos levantará por medio de su poder. 1 Cor 6:14.2 Cuando Cristo resucita en usted, nadie podrá verle. Los judíos no reconocieron a Cristo; ellos lo mataron. Le cortaron la cabeza a Santiago. Apedrearon a Esteban. Cristo no es reconocido, excepto por sus frutos;
por sus frutos los conoceréis. Y el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio. Gal 5:22-23. 3 Y cuando se manifieste Cristo, vuestra vida, entonces también vosotros seréis manifestados con él en gloria. Col 3:4 Cuando Cristo se manifieste en usted, trayendo su reino, usted aparecerá allí también — en el reino que está en su interior — en la gloria. ¿Como puede
aparecer usted en la gloria, a menos que esté dentro de su corazón, ante la vista de su mente? Escondida del mundo.Aparte
del fruto del Espíritu, el mundo no ve a Cristo; porque la vida de una persona así está escondida en Cristo Jesús. Col 3:3
El misterio .. es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria. Col 1:27 .4 Claramente esta es una tarea para todos los creyentes que esperan la salvación: mortificad [haced morir] las obras del cuerpo que son de la vida terrenal: fornicación, impureza, bajas pasiones, malos deseos de la carne, y la codicia, que es idolatría; debido a estas cosas, la ira d

e Dios viene sobre los hijos de la desobediencia; Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No se mientan los unos a los otros. Gentil lector, todas estas cosas tienen que desaparecer. No hay lugar para ellas en Cristo. Nunca habrá nada impío en Cristo. Pero él nos ha mostrado el camino — la cruz; y
él nos ha ordenado a negarnos diariamente, tomar nuestra cruz, y seguirle. No hay otra manera. Cualquier otra manera sería una mentira dañina, que pisotea la sangre de Jesús en el suelo. La gracia le cambiará y quitará los problemas que sean expuestos en usted. Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores; y purificad vuestros corazones, vosotros de doble ánimo. Santiago