
Los documentos importantes de la vida de Mirta se guardan entre la sábana y el colchón de su cama. Están húmedos, amarillos, arrugados. Al menos así los protege del agua y las gallinas. Hay papeles de asignaciones familiares, del Plan de Emergencia, boletines de notas de sus hijos, boletas de remedios. Y el mapa de una ilusión frustrada.Lleva puestos unos lentes gruesos y deteriorados. El aumento ya no le sirve. Como puede, Mirta señala en el mapa dónde está su rancho hoy, y dónde iba a estar según lo que la empresa "Hidrosur" (en realidad, Hidrosud) prometió hace casi tres años, en el marco del Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI). Le iban a hacer una vivi
enda de dos pisos: arriba los dormitorios, abajo la cocina y el baño. Iba a ser de ladrillos. Iban a construirla a unos metros de donde está ahora. La promesa incluía saneamiento, alumbrados, calles nuevas, policlínica y salón comunal para todo el asentamiento 6 de Diciembre. Eso se anunció en 2007. Hubo varias reuniones, los vecinos participaron y firmaron su anuencia al proyecto de regularización. Nunca más supieron nada. mas
