Volver al Señor Tal Como Uno ...
Seguro de sí mismo, el joven de Lucas 15 dejó a su familia para gozar de la vida, pero las cosas no ocurrieron como él lo había previsto. Después de haber gastado su dinero en los placeres, tuvo que trabajar cuidando cerdos en un campo. En lo profundo de su angustia, reflexionó y se acordó de la prosperidad de su casa paterna. Entonces decidió volver a los suyos y al mismo tiempo a Dios. Pero, ¿cómo hacer? No tenía nada que traer, excepto su miseria. Su holgura desapareció, todos sus bienes se perdieron… Sin embargo, en ese estado decidió volver a su padre. En el camino de regreso, ¡cuántos pensamientos atravesaron su mente! El que se había ido de una manera tan orgullosa, volvía como un mendigo. ¡Qué vergüenza, qué humillación! ¿Cómo sería recibido? ¡Oh, sorpresa! Su padre lo acogió tal como era. Gozoso, lo estrechó en sus brazos y lo besó. Mientras no hayamos acudido a Dios, estamos en el mismo estado que ese joven. Quizá de una manera menos visible también nos extraviamos y somos culpables. Sin embargo, el reposo y la felicidad existen en la presencia de Dios. Entonces, ¿por qué permanecer lejos de Jesús? Es necesario acudir a Él sin tardar. Pero, ¿cómo acercarse a Dios? ¿Qué traerle? La respuesta es maravillosa: Acuda a Dios tal como es. Él le recibe con gozo, y por medio de Jesucristo le cubre de justicia.