Los países miembros detectaron en 2009 un siete por ciento más de productos nocivos que en 2008. Una galería de los horrores que se expone en Bruselas.
“Hungría nos ha remitido esta muñeca. Hay un botón que cualquier niño puede arrancar facilmente y asfixiarse con él. Este osito está tuerto. Perdió un ojo mientras la autoridades holandesas lo sometían al test”, comenta Adam Romanowski, de la Comisión Europea. De esta máquina de rayos UVA al hospital sólo hay un paso. China provée el sesenta por ciento de los productos peligrosos que RAPEX, el sistema de alerta rápida detecta en Europa. Bruselas quiere cortar el mal de raíz.Según el eurocomisario John Dalli, “hay que ampliar los recursos. Nuestra red tiene que ser cada vez mayor. También tenemos que trabajar y eso es lo que la Comisión puede hacer: trabajar con terceros países como China por ejemplo, para asegurarnos de que se establecen ciertas iniciativas y ciertas medidas para interceptar los productos peligrosos en el país que los fabrica”.Bruselas recomienda que se sancione a los fabricantes y exportadores de productos peligrosos.Las asociaciones de consumidores, por su parte, no ocultan su inquietud. Silvia Maurer, de la Organización Europea de Consumidores dice que “es importante mejorar el intercambio de información a través de RAPEX. Pero también se necesitan más controles y nos preocupa que con la crisis financiera se reduzcan porque hay menos fondos disponibles”.Un test llevado a cabo en trece Estados miembros pone de relieve que el veinte por ciento de los juguetes no pasan las pruebas de seguridad. Textiles inflamables o tóxicos, apetitosos pastelillos que en realidad son velas… hay que seguir ojo avizor. euronews
“Hungría nos ha remitido esta muñeca. Hay un botón que cualquier niño puede arrancar facilmente y asfixiarse con él. Este osito está tuerto. Perdió un ojo mientras la autoridades holandesas lo sometían al test”, comenta Adam Romanowski, de la Comisión Europea. De esta máquina de rayos UVA al hospital sólo hay un paso. China provée el sesenta por ciento de los productos peligrosos que RAPEX, el sistema de alerta rápida detecta en Europa. Bruselas quiere cortar el mal de raíz.Según el eurocomisario John Dalli, “hay que ampliar los recursos. Nuestra red tiene que ser cada vez mayor. También tenemos que trabajar y eso es lo que la Comisión puede hacer: trabajar con terceros países como China por ejemplo, para asegurarnos de que se establecen ciertas iniciativas y ciertas medidas para interceptar los productos peligrosos en el país que los fabrica”.Bruselas recomienda que se sancione a los fabricantes y exportadores de productos peligrosos.Las asociaciones de consumidores, por su parte, no ocultan su inquietud. Silvia Maurer, de la Organización Europea de Consumidores dice que “es importante mejorar el intercambio de información a través de RAPEX. Pero también se necesitan más controles y nos preocupa que con la crisis financiera se reduzcan porque hay menos fondos disponibles”.Un test llevado a cabo en trece Estados miembros pone de relieve que el veinte por ciento de los juguetes no pasan las pruebas de seguridad. Textiles inflamables o tóxicos, apetitosos pastelillos que en realidad son velas… hay que seguir ojo avizor. euronews