
En ese lucrativo y asqueroso negocio participan desde los padres de las menores -acuciados por la miseria y la incultura- hasta intermediarios mauritanos, instalados en el reino saudí, que las conducen a clientes árabes de holgada posición económica
A veces las hacen trabajar como amas de casa, y después de quitarles su bien más preciado (la virginidad), las echan a la calle sin miramientos ni compasión", añade la representante de esa organización, que ha registrado ya quince casos de ese tipo.Mint Moctar explica que las niñas, normalmente de entre 12 y 15 años de edad, "suelen permanecer uno o dos años en casa del comprador, y cuando se quedan embarazadas o ya han parido, son expulsadas y se ven obligadas a practicar la prostitución como medio de vida".Esa es la sombría perspectiva que la mauritana Aminetu Mint Ahmed cree que le espera a su hija de nueve años Aicha, que según ella está "secuestrada" por su padre y junto con sus dos hermanos en Arabia Saudí.Los compradores pagan por esas jóvenes entre 50.000 y 80.000 riales (entre 10.000 y 15.800 euros), afirma esta mujer, expulsada de Arabia Saudí tras haber denunciado a su ex esposo, al que acusa también de estar involucrado en la falsificación de documentos de identidad. MAS
Dep de informacion FUNDAJEREMIAS