Marchamos por las calles de nuestras ciudades, como muchos otros movimientos de solidaridad en la historia marcharon antes. Nos solidarizamos con los hambrientos, en este comienzo de siglo XXI, salvaje y despiadado, que consiente un hambre perfectamente evitable.
Denunciamos la canallada del paro y de la esclavitud infantil, en solidaridad con los 1.600 millones de hombres y mujeres en paro y los 400 millones de niños esclavos, una manifestación más de que la dignidad de la persona humana es sistemáticamente pisoteada para conseguir mayor beneficio económico.Gritamos ¡NO MATARÁS!, el grito de solidaridad de Dios con las víctimas del hambre, las guerras, el paro, el aborto… que nos mueve a luchar por acabar con un sistema político y económico que justifica estas muertes por negocio.CON LOS HAMBRIENTOS, CONTRA EL IMPERIALISMO, venciendo el miedo a manifestarse del lado de los débiles, venciendo la indiferencia de muchos, venciendo un ambiente diseñado para el consumo, la evasión y la insolidaridad. MAS
Denunciamos la canallada del paro y de la esclavitud infantil, en solidaridad con los 1.600 millones de hombres y mujeres en paro y los 400 millones de niños esclavos, una manifestación más de que la dignidad de la persona humana es sistemáticamente pisoteada para conseguir mayor beneficio económico.Gritamos ¡NO MATARÁS!, el grito de solidaridad de Dios con las víctimas del hambre, las guerras, el paro, el aborto… que nos mueve a luchar por acabar con un sistema político y económico que justifica estas muertes por negocio.CON LOS HAMBRIENTOS, CONTRA EL IMPERIALISMO, venciendo el miedo a manifestarse del lado de los débiles, venciendo la indiferencia de muchos, venciendo un ambiente diseñado para el consumo, la evasión y la insolidaridad. MAS
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