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martes, 7 de junio de 2011

Tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2 Corintios 5:1.


¿Dónde está el Cielo?


 En el sentido general, el cielo designa la atmósfera que rodea la tierra, allí donde vuelan “las aves del cielo”. En una segunda acepción el cielo abarca el vasto espacio donde se encuentra el conjunto de los cuerpos físicos celestes, como las estrellas. Pero estos dos sentidos no agotan la extensión del término. “Los cielos” también corresponden al conjunto de las realidades invisibles del mundo espiritual. La epístola a los Efesios designa cinco veces el cielo como “los lugares celestiales”. Mas la palabra “lugares”, agregada por los traductores, no debe inducir a error (en griego es literalmente: “los celestiales”), no se trata de un lugar geográficamente determinado, detrás de una galaxia. Hay metáforas utilizadas en la Biblia que no deben entenderse en un sentido literal.El Señor resucitó en un cuerpo real, pero calificado de “cuerpo espiritual”, lo que parece una contradicción para la inteligencia humana. Lo mismo ocurre cuando dice que Jesús “se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos” (Hebreos 8:1); esto significa que el Señor recibió una posición de honor y poder junto a Dios. Este último sentido de la palabra cielo abarca tres conceptos: –“Los lugares celestiales”, que es la posición de la que deberíamos gozar por la fe (Efesios 2:6). –“El paraíso”, adonde van las almas de los creyentes después de su muerte. –“La casa del Padre”, el lugar de la eterna morada de los cristianos nacidos de nuevo.