El Riachuelo de Buenos Aires ostenta un título tan repulsivo como el hedor que desprende y que inunda los barrios por los que cruza: es el río más contaminado de Argentina y uno de los cinco con mayores niveles de polución del planeta.En su recorrido de apenas 64 kilómetros, el Matanzas-Riachuelo –como se llama- lleva mucho más que agua: mercurio, cadmio y una larga lista de metales pesados, casi 9.000 toneladas de chatarra, barro contaminado hasta un metro por debajo del lecho.Las dioxinas carcinogénicas, que no se ven, y el humo, que sí, completan un paisaje devastado a apenas tres kilómetros del centro de la capital argentina.La zona de la cuenca alberga además al 15% de los habitantes del país- agrupados en asentamientos y villas de emergencia donde el índice de pobreza alcanza 45%. El 35% carece de agua potable.mas y video