Un efectivo de Policía Caminera fue embestido cuando pretendía identificar a un motociclista que participaba en “picadas” en las inmediaciones de Ruta 3 y Ferreira alduante.A raíz de los últimos accidentes de tránsito ocurridos --algunos de los cuales han tenido características graves y en otros casos fatales-- Policía Caminera resolvió incrementar los controles en el tránsito vehicular en su jurisdicción. En este sentido, desde hace algunos días instaló un operativo sorpresa, con móviles ocultos en la zona de Wilson Ferreira Aldunate y Ruta 3. Así, los efectivos comprobaron la presencia de motociclistas jóvenes que practican las denominadas “picadas” en esa zona y, lo que es peor aún, constataron que personas mayores no solo se aproximan a observar el lamentable espectáculo, promoviéndolo, sino que muchas realizan la misma actividad ilegal.Pasadas las 21.30 de ayer, un efectivo intentó detener la marcha de un joven que a bordo de una moto estaba en infracción pero éste, lejos de detener la marcha, prosiguió y lo embistió. Como consecuencia, el efectivo sufrió lesiones que afortunadamente no revisten gravedad.
Sospechoso de robar un celulara una niña recuperó su libertadLa Justicia dejó en libertad a un sujeto sindicado como autor del hurto de un celular a una niña de 11 años, que luego vendió. Según datos extraoficiales, una señora de 37 años domiciliada en barrio “El Espejo” denunció el robo de un teléfono celular a su hija, de 11. Relató que la niña se encontraba en el frente de su casa hamacándose y escuchando música del celular que le había prestado su hermana mayor. En determinado momento, un vecino de la zona, de 35 años, le pidió prestado el móvil --marca Samsung SGH 250L-- para transferir música, tras lo cual se lo llevó. Al no retornar con el teléfono, su dueña se trasladó hasta la casa del hombre, apodado el “Grillo” --quien cuenta con tres antecedentes penales por hurto--, pero negó haberlo tomado. Al intervenir la Policía, se supo que el celular había sido vendido junto con auriculares y cargador de otro celular, en 1.500 pesos a una vecina, que al ser citada admitió la transacción agregando que había entregado 1.000 pesos.