Los anuncios comerciales son una realidad de la vida mo
derna, ytodos sabemos que no podemos creer todo lo que se nos dice en unanuncio.
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En los años 50, una marca conocida de cigarrillos anunciaba su nuevo filtro para mejor salud - un filtro hecho deasbestos, que causa el cáncer pulmonar. En el ámbito espiritual, también hay cosas parecidas - personasque te prometen cosas que no pueden darte, profetas falsos quete entusiasman con sus promesas para luego dejarte decepcionado.¿Cómo podemos saber a quién creer?La semana pasada hablamos de Jeremías, el profeta que anunció yvio la caída de Jerusalén. Vivió durante el tiempo más bajo dela historia del Antiguo Testamento, cuando el pueblo de Dioshabía sido quitado a la fuerza de su tierra, el templo de Dioshabía sido destruido y el descendiente de David ya no estabasobre el trono.Sin embargo, Dios no se había caído de su trono simplementeporque había permitido que el descendiente de David fueraquitado del suyo. Dios usó a dos profetas que nacieron durantela vida de Jeremías y vieron los mismos eventos que él paramostrarle a su pueblo que la restauración vendría, pero sería altiempo de Dios.Dios no ha terminado su obra de restauración. Las cosas todavíano son lo que van a ser. Al conocer un poco de la vida de estosdos hombres de Dios, podemos comprender mejor nuestro lugar enel plan restaurador de Dios. También podremos evitar algunoserrores que se presentaron en aquel tiempo, y que se siguenpresentando hasta el día de hoy.Estos dos hombres se llamaban Ezequiel y Daniel. El marcohistórico de los sucesos se pone en Daniel 1, versos 1 y 2: