Una de las estafas más interesantes de la historia del negociosucedió a mediados de los años sesenta. La compañía norteamericana American Express perdió millones de dólares debido al engaño. Lo que sucedió fue que un empresario, dueño deuna compañía que vendía aceite comestible, descubrió que podríasacar préstamos usando el aceite como garantía.Empezó a sacar grandes préstamos usando como aval sus buquesaparentemente llenos de aceite para ensaladas. Los buques llegaban a los puertos donde los inspectores certificaban queestaban llenos de aceite. El problema radicaba en la cantidad deaceite; la realidad era que sólo contenían una mínima cantidadde aceite, flotando encima de una gran cantidad de agua. Con esta estrategia el empresario logró engañar a sus acreedoresdurante mucho tiempo, pero al fin la estafa salió a la luz. Los acreedores perdieron mucho dinero, y el dueño de la compañía quehabía cometido el delito sirvió siete años de cárcel. Ahora bien, ¿en qué consistía el problema aquí? Simplemente en que elaceite que garantizaba los préstamos no era de verdad. Era sólouna leve capa para crear la apariencia, pero no era de verdad.El enemigo de nuestras almas tiene una estrategia similar paradestruir nuestras almas. El ha creado una gran multitud dedioses que las personas adoran, colocando una leva capa deapariencia sobre una gran cantidad de engaño. Con esta estafa,pretende costarnos no sólo una fuerte suma de dinero, sinonuestro destino eterno.Pastor Laurino