Una anciana de 106 años se convierte en ciudadana estadounidense
Después de 40 años viviendo en Chicago, la mexicana Ignacia Moya, de 106 años, recibió la ciudadanía estadounidense. Durante más de veinte años la oficina de inmigración le negó la ciudadaníaAcompañada por dos de sus tres hijos, 14 nietos, 20 bisnietos y ocho tataranietos, Moya tomó juramento en una ceremonia breve ante unas 100 personas por Ruth Dorochoff, directora de distrito de la agencia de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos. Ignacia Moya se convirtió en la mujer más anciana en recibir la ciudadanía estadounidense. Moya se mudó a los Estados Unidos en 1970, tres años después del fallecimiento de su esposo. Consultada sobre las razones que la llevaron a convertirse en ciudadana después de tantos años de residencia, Moya afirmó que quería seguir los pasos de sus hijos. "Además quiero votar", subrayó.Moya intentó cumplir con los requisitos para acceder a la ciudadanía durante más de veinte años, pero fracasó varias veces en los exámenes.La familia decidió que en lugar de solicitar la renovación de su tarjeta de residente, Moya debía intentar nuevamente obtener la ciudadanía.Miguel, hijo de Moya y con 78 años de edad, recordó que muchos inmigrantes no se presentan al examen por temor a ser rechazados. "No hay que tener miedo, simplemente hay que hacerlo", manifestó a los periodistas.
Después de 40 años viviendo en Chicago, la mexicana Ignacia Moya, de 106 años, recibió la ciudadanía estadounidense. Durante más de veinte años la oficina de inmigración le negó la ciudadaníaAcompañada por dos de sus tres hijos, 14 nietos, 20 bisnietos y ocho tataranietos, Moya tomó juramento en una ceremonia breve ante unas 100 personas por Ruth Dorochoff, directora de distrito de la agencia de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de los Estados Unidos. Ignacia Moya se convirtió en la mujer más anciana en recibir la ciudadanía estadounidense. Moya se mudó a los Estados Unidos en 1970, tres años después del fallecimiento de su esposo. Consultada sobre las razones que la llevaron a convertirse en ciudadana después de tantos años de residencia, Moya afirmó que quería seguir los pasos de sus hijos. "Además quiero votar", subrayó.Moya intentó cumplir con los requisitos para acceder a la ciudadanía durante más de veinte años, pero fracasó varias veces en los exámenes.La familia decidió que en lugar de solicitar la renovación de su tarjeta de residente, Moya debía intentar nuevamente obtener la ciudadanía.Miguel, hijo de Moya y con 78 años de edad, recordó que muchos inmigrantes no se presentan al examen por temor a ser rechazados. "No hay que tener miedo, simplemente hay que hacerlo", manifestó a los periodistas.