Prestadme atención, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá una ley, y estableceré mi justicia para luz de los pueblos. Isaias 51:4
Isaías 26:8 Ciertamente, siguiendo la senda de tus juicios, oh SEÑOR, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.
Isaías 33:22 Porque el SEÑOR es nuestro juez, el SEÑOR es nuestro legislador, el SEÑOR es nuestro rey; El nos salvará.
Tanto como podamos, necesitamos la guía del Espíritu Santo para interpretar la Palabra de Dios. Debido a que somos pecadores, somos incapaces de interpretarla perfectamente en todo momento. El cuerpo, la mente, la voluntad y las emociones están afectados por el pecado y hace que el 100% de su interpretación sea imposible. Esto no significa que el entendimiento preciso de la Palabra de Dios sea imposible. Pero por otro lado, significa que necesitamos acercarnos a Su Palabra con cuidado, humildad y razón; después de todo, la Biblia es inspirada por Dios y dirigida a Su pueblo. El Espíritu Santo nos ayuda a entender lo que significa Su Palabra y cómo aplicarla.A nivel humano, y para disminuir los errores que llegan con nuestras interpretaciones, necesitamos observar algunos métodos bíblicos básicos interpretativos.Lc 17:26-27: “Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. 27Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.” Pastor Laurino