políticas de desarme del Estado están en la mira desde hace varios años.La Asociación de Lucha para el Desarme Civil (Aludec) cuestionó las políticas oficiales y la eficacia de las campañas hechas para que la ciudadanía entregue su armamento. Un proyecto de ley sobre el tema está en el Parlamento, pero no es prioridad. Además, el Ejército no resolvió aún si este año organizará una nueva edición de la campaña de entrega voluntaria de armas.La organización maneja que en Uruguay, cada 100 habitantes hay 14 armas de fuego, lo que representa un incremento respecto al pasado.Las ciudades más armadas de todo el país son Fray Bentos, Cerro Largo y Las Piedras, donde se estima que el 25% de la población posee armas de fuego. En Paysandú, en cambio, el número por habitante es mínimo.(?) Lo cierto es que siete de cada 10 hogares con tenencia de armas están en el interior del país.En total, hay declaradas en los registros oficiales unas 500.000 armas de fuego. Esto hace suponer que hay un monto similar que está por fuera de las bases de datos. Con algunas de ellas se cometen delitos, más teniendo en cuenta que el 40% del armamento en posesión de la Justicia a raíz de hechos ilícitos no está registrado. La tenencia de armas y la efectividad de las campañas de desarme preocupan, más aún cuando el gobierno que asumió hace más de cuatro meses colocó a la seguridad pública como una de sus prioridades. Pero el tema trasciende aspectos de seguridad ciudadana. Y ejemplos hay bastantes. Uno reciente: días atrás, un niño de tres años recibió un balazo en el pecho cuando junto con otros hermanos jugaban con un revólver calibre 22, que era de su abuelo, que había dejado el arma de fuego en la mesa de luz. MAS