l y verbal por el que uno o más sujetos de edades similares se comportan cruelmente con una víctima con objeto de someterla, asustarla o amenazarla.Se trata de una campaña bajo el lema “No lo permitas, actúa”, que llevará a cabo la Diputación Provincial durante los próximos dos años, en el que juegan un papel fundamental el profesorado y las familias a la hora de educar, y los propios alumnos a la hora de denunciar y actuar contra el acoso escolar.La campaña tiene como objetivo la prevención. No se quiere crear alarma, pero sí poder atajar la violencia en las aulas, por lo que hay que dar a conocer el problema para poder combatirlo.Hay que prestar atención a una serie de indicios que nos puedan ayudar a saber si existe un problema de acoso o maltrato escolar.
-Cambios súbitos y significativos en su estado de ánimo: parece triste y preocupado.
-Se muestra extraño y huidizo, distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo, asustadizo, etc.
-Parece nervioso y presenta miedos nocturnos, se hace pis en la cama, tiene tics nerviosos, insomnio, irritabilidad, e incluso se muestra agresivo; conductas que anteriormente no existían.
-Se produce una disminución significativa de su rendimiento académico sin motivo aparente.
-Finge enfermedades o intenta exager sus dolencias: vomita, tiene dolores de cabeza, de estomago , etc.
-Presenta moratones o heridas que no explica satisfactoriamente.
-Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar.
-Falta al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o adónde fue.
-No tiene amigos, ni en clase, ni en su tiempo de ocio.
-Su conducta se normaliza cuando está de vacaciones, o los fines de semana.
Para intentar resolver este problema, hay que tener tranquilidad y averiguar lo que está pasando sin dramatizar la situación. Existen varios pasos que se pueden dar:
-Preguntar al joven si está siendo acosado, o recibe algún tipo de maltrato. Escuchar y mostrar interés por el asunto.-Preguntar por los detalles, sin juzgar, ni presionar, escuchando de manera activa para ser conscientes de la dimensión del problema.
-Apoyar siempre a nuestro hijo enseñándole a asumir la responsabilidad que le corresponda.
-Cambios súbitos y significativos en su estado de ánimo: parece triste y preocupado.
-Se muestra extraño y huidizo, distraído, absorto en sus pensamientos, olvidadizo, asustadizo, etc.
-Parece nervioso y presenta miedos nocturnos, se hace pis en la cama, tiene tics nerviosos, insomnio, irritabilidad, e incluso se muestra agresivo; conductas que anteriormente no existían.
-Se produce una disminución significativa de su rendimiento académico sin motivo aparente.
-Finge enfermedades o intenta exager sus dolencias: vomita, tiene dolores de cabeza, de estomago , etc.
-Presenta moratones o heridas que no explica satisfactoriamente.
-Rehúsa ir a la escuela, expone objeciones varias, simula malestar.
-Falta al colegio y da explicaciones poco convincentes cuando se le pregunta el porqué o adónde fue.
-No tiene amigos, ni en clase, ni en su tiempo de ocio.
-Su conducta se normaliza cuando está de vacaciones, o los fines de semana.
Para intentar resolver este problema, hay que tener tranquilidad y averiguar lo que está pasando sin dramatizar la situación. Existen varios pasos que se pueden dar:
-Preguntar al joven si está siendo acosado, o recibe algún tipo de maltrato. Escuchar y mostrar interés por el asunto.-Preguntar por los detalles, sin juzgar, ni presionar, escuchando de manera activa para ser conscientes de la dimensión del problema.
-Apoyar siempre a nuestro hijo enseñándole a asumir la responsabilidad que le corresponda.