Quedó en evidencia la connivencia entre militares de la Armada y empresarios proveedores de las Fuerzas Armadas, quienes formaban una organización defraudadora. Los delató un "colaborador" de la Justicia. Empresas "fantasmas" que hacían compras "fantasmas", para lo cual emitían documentos falsificados y configuraban evasión impositiva, son parte de la arquitectura con que se movía dentro de la Armada, entre 2006 y 2009, una organización ilícita formada por marinos en actividad y civiles, y que dio beneficios por millones de dólares.
Para evolucionar en sus acciones, las maniobras de esta organización que operaba dentro del Estado Mayor naval eran "perfectas" a un grado tal que pasaron todos los controles legales, incluso los del delegado del Tribunal de Cuentas en el Comando MAS
Para evolucionar en sus acciones, las maniobras de esta organización que operaba dentro del Estado Mayor naval eran "perfectas" a un grado tal que pasaron todos los controles legales, incluso los del delegado del Tribunal de Cuentas en el Comando MAS