Un centenar personas murieron y más de un millar resultaron heridas desde el jueves por las tensiones entre uzbekos y kirguises en esta ex República Soviética.
La presidenta interina decreta el estado de emergencia por las masacres y los saqueos en las vecinas regiones de Osh y Jala-Abad. Al menos 32.000 refugiados llegan a Uzbekistán.La violencia étnica desatada el jueves entre uzbekos y kirguises en el sur de Kirguistán dejó 97muertos y más de 1.200 heridos, informó este domingo el Ministerio de Salud de ese país.El vecino país de Uzbekistán anunció la llegada de 32.000 adultos y miles de niños que huían de la violencia en el sur de Kirgistán.Según la agencia AFP, la mayoría de los refugiados eran mujeres con menores y ancianos.Los disturbios tienen lugar en la región de Osh, la segunda ciudad del país y Jala-Abad, donde el gobierno de la presidenta interina Rosa Otunbayeva extendió este domingo el estado de emergencia. El sábado el gobierno había ordenado una movilización parcial del ejército a raíz de los enfrentamientos sangrientos de los dos días anteriores, al tiempo que autorizaba a la policía a disparar sin previo aviso contra los grupos que usen armas de fuego en el sur del país.
La presidenta interina decreta el estado de emergencia por las masacres y los saqueos en las vecinas regiones de Osh y Jala-Abad. Al menos 32.000 refugiados llegan a Uzbekistán.La violencia étnica desatada el jueves entre uzbekos y kirguises en el sur de Kirguistán dejó 97muertos y más de 1.200 heridos, informó este domingo el Ministerio de Salud de ese país.El vecino país de Uzbekistán anunció la llegada de 32.000 adultos y miles de niños que huían de la violencia en el sur de Kirgistán.Según la agencia AFP, la mayoría de los refugiados eran mujeres con menores y ancianos.Los disturbios tienen lugar en la región de Osh, la segunda ciudad del país y Jala-Abad, donde el gobierno de la presidenta interina Rosa Otunbayeva extendió este domingo el estado de emergencia. El sábado el gobierno había ordenado una movilización parcial del ejército a raíz de los enfrentamientos sangrientos de los dos días anteriores, al tiempo que autorizaba a la policía a disparar sin previo aviso contra los grupos que usen armas de fuego en el sur del país.