"Primero nos ignoraron, luego se rieron de nosotros, después nos atacaron... entonces vencimos "
***Primer diario digital Cristiano*** Emitido en la ciudad de Paysandù, con noticias de todo el acontecer sanducero, y del mundo comentado desde la optica cristiana "Una mirada diferente de la realidad"
miércoles, 16 de junio de 2010
PRIMERO LAS ARMAS, LUEGO LA GUERRA
Algunas regiones del mundo se vuelven más violentas con el envío de militares y mercenarios por las reacciones que despiertan en la población local y grupos “insurgentes”. Esto provoca una escalada armamentística en detrimento de la población civil a la que dicen proteger. Algunos gobiernos justifican, en plena época de crisis, el envío de soldados a zonas de conflicto con labores de reconstrucción, con ayuda humanitaria y con protección para la población civil. Esta práctica se guía por el principio de injerencia humanitaria, en el que se anteponen los derechos humanos de la población civil al derecho de libre determinación del Estado donde se cometen los abusos.Llamarían inhumano a quien permaneciera impasible ante el sufrimiento de miles de seres humanos. Pero no utilizan el mismo criterio para calificar la injusticia que supone remendar y perpetuar situaciones de violencia creadas por el insaciable negocio de las armas. Los países ricos no cierran las fábricas porque la necesidad de “seguridad”, como la guerra contra el terror, es infinita. El 85% de los muertos en conflictos armados son civiles. En la Primera Guerra Mundial, sólo el 5%. Ya en la Segunda Guerra Mundial, el 66%.Si los gobiernos occidentales antepusieran los derechos humanos de las poblaciones civiles, no incrementarían sus ventas en armamento a los gobiernos de estos países para sostener una industria, quizá la única, que no ha conocido crisis económica alguna. En 2009, Estados Unidos aumentó su venta de armas al extranjero un 5%. En España, el aumento alcanzó un 44% en el peor año de crisis económica.mas