Seis semanas antes de que entre en vigor la nueva ley migratoria, ya se registró un gran éxodo de latinos de ese estado. Muchos negocios están cerrando sus puertas por falta de clientes
Promulgada el pasado 23 de abril por la gobernadora republicana Jan Brewer, la ley es la primera en los Estados Unidos en criminalizar la presencia de inmigrantes indocumentados. También impone funciones de control migratorio a los departamentos policíacos locales. Actualmente, hay cinco demandas en contra de la SB 1070 que buscan frenar su implementación. En 2007, más de 100.000 personas salieron del estado después de que fue aprobada la ley que acrecentó las sanciones contra aquellos negocios que contrataran inmigrantes indocumentados. "La recesión económica fue muy fuerte para todos; a esto se le agrega ahora que muchos de ellos están perdiendo a diario su clientela ante la próxima implementación de la nueva ley", declaró James García, director de comunicación de la Cámara de Comercio Hispana de Arizona Según García, muchos negocios reportaron que sus ventas disminuyeron desde que se aprobó la nueva ley. Principalmente, se cerraron negocios pequeños ubicados en vecindarios con altas concentraciones de población hispana, que fueron establecidos con el propósito de atender las necesidades de la comunidad inmigrante. Mi clientela bajó mucho en el último mes; yo creo que en un 40 por ciento", afirmó Manuela Díaz, dueña de una peluquería en Phoenix, cuya clientela es un 99 por ciento hispana. Díaz aseguró que planea cerrar su negocio y mudarse.
Las filas de espera en el Consulado General de México en Phoenix fueron incrementándose en las últimas semanas, ya que muchos mexicanos decidieron retornar a su país.
El diario USA Today se refirió en particular a la situación que registran muchas de las escuelas ubicadas en áreas con alta concertación de hispanos, donde muchos padres retiraron a sus hijos para mudarse a otros estados.