El prelado está acusado de altos cargos de corrupción. La estatua, de cuatro metros, fue inaugurada ante sacerdotes y el alcalde, Salerno Vincenzo de Luca, quienes no sabían nada de lo que le esperaba en el acto
La mayoría de los sacerdotes convocados al tradicional retiro espiritual de Pontecagnano Faiano, en el sur de Italia, no sabía que iba a asistir a la inauguración de una estatua. Pero su sorpresa fue aún mayor cuando se develó la escultura de mármol, ya que descubrieron que era una obra dedicada a su arzobispo, Gerardo Pierro, el mismo que invitó a los presentes para que acudieran al acto el martes pasado.El mitrado de Salerno, a punto de dejar oficialmente su cargo, quiso demostrar con esa autocelebración su compromiso con el seminario metropolitano Juan Pablo II. La estatua es un regalo de algunos sacerdotes que parecen venerar la figura del arzobispo, que autorizó la instalación de la escultura. En la placa de la obra se lee un mensaje de "gran gratitud" hacia el arzobispo con ocasión de su 75º cumpleaños.Hace dos años, Pierro empezó a tener serios problemas con la Justicia italiana, informa Corriere della Sera. El arzobispo fue acusado de estafar al Estado y de construir ilegalmente el hotel Angellara Home tras haber recibido 2,5 millones de euros de la región Campania para reformar un edificio y convertirlo en un centro de vacaciones para asociaciones religiosas y niños desfavorecidos. La Justicia sigue investigando.