El hacendado Vitalmiro ´Bida´ Bastos de Moura ya había sido sentenciado a la misma pena en un proceso en 2007, aunque esa condena fue anulada por fallas en el proceso. En un segundo juicio, había sido absuelto, pero en la apelación fue nuevamente condenado a tres décadas de cárcel en régimen cerrado.
El jurado entendió que Bida merecía la pena máxima prevista en el Código Penal por haber encomendado la muerte de una anciana de 73 años indefensa. Otros dos hombres, Rayfran das Neves Sales y Clodoaldo Batista, ya habían sido condenados a 28 años de cárcel en régimen cerrado por haber ejecutado el crimen, al tiempo que un tercero, Amir Feijoli, cumple pena de prisión por haber escondido a los asesinos. La religiosa Rebecca Spires, quien trabajó junto a Stang en la zona rural de Pará, celebró discretamente la condena de Bida: "Se hizo justicia", declaró al sitio G1.Stang fue abatida con seis disparos en la localidad de Anapu, a unos 700 km de la capital del estado de Pará, donde desarrollaba su acción pastoral entre campesinos sin tierras y los ayudaba en proyectos de protección ambiental. Los grandes propietarios de tierras de la zona acusaban a la misionera estadounidense a "incitar a los campesinos" a invadir las haciendas de la región. El Estado de Pará presenta los mayores índices en materia de violencia rural de todo el país. En los últimos 34 años más de 1.300 trabajadores rurales fueron asesinados, y en apenas cuatro casos los responsables fueron juzgados y condenados. (AFP)
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