elulares más caras del mundo. En un listado en dólares corrientes, que integran 63 países de todo el mundo, encabezan la lista Brasil, Honduras, Estados Unidos y Uruguay.Los datos fueron arrojados por un estudio realizado por Diálogo Regional, una red de profesionales e instituciones especializadas en políticas e investigación sobre la sociedad de la información.La investigación se centró en el costo mensual de una llamada de corta duración y el envío de un mensaje de texto por día en la modalidad prepago. En la misma no se consideraron las promociones ni los descuentos.Fueron tomados estos criterios, ya que se aproximan al patrón de consumo de los sectores de menores recursos.En cuanto a los precios, mientras que en Uruguay cuesta más de 20 dólares por mes hacer una llamada y enviar un SMS por día en la modalidad prepago, en Pakistán (último país ubicado en este ránking), ese mismo servicio vale 1,59 dólares. En Francia, el precio es de 18,04 dólares; en Suecia de 6,47 dólares; y en Costa Rica de 3,50.El precio elevado en Uruguay se debe a aspectos vinculados al tamaño del mercado, a la competencia entre empresas e incluso a cuestiones vinculadas al tipo de cambio.En lo que respecta a Argentina, Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones de ese país, dijo a Clarín que las tarifas son más altas que en otras partes del mundo, porque el país sigue “sin tener portabilidad numérica, con lo que el usuario soporta malos tratos y malos precios pero se queda en la misma compañía para no perder su número".La Portabilidad Numérica (PN) es una funcionalidad que permite al usuario conservar su número telefónico cuando se cambia a otra compañía, con el propósito de fomentar una competencia más equitativa entre los proveedores de servicios de telecomunicaciones. A su vez, esto se traduce en mejores tarifas, más servicios de telecomunicaciones y un uso más eficiente de la numeración.Los países en los que ya se implementó la portabilidad numérica registraron en promedio una reducción del 25% en los precios de las llamadas de teléfonos móviles.En Uruguay, es una opción que manejaron parlamentarios de distintos partidos políticos, aunque todavía no se llegó a ningún acuerdo.