Mientras las imágenes de la despedida de Néstor Kirchner –y esa Cristina entera y fracturada al mismo tiempo– conmovían ayer al mundo, los mercados volvieron a moverse en su propia sintonía, ajenos a la lógica del duelo y entregados de lleno al juego de las especulaciones que tanto les gusta. Un día después de la muerte del ex presidente, la férrea vocación del mercado de anticipar lo que vendrá, de estar siempre un paso adelante, puso a rodar un rumor que tiene entre sus protagonistas a los sospechosos de siempre. Una eventual salida de Amado Boudou de Economía y su reemplazo por el ministro de Planificación, Julio De Vido. Con asidero o no, la versión se coló ayer en Londres y en Wall Street y bastó para que muchos decidieran tomar ganancias tras las subas excepcionales de la víspera......mas
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