Un paisaje de escombros y edificios destruidos. Eso es lo que muestra este sábado la ciudad neozelandesa de Christchurch, tras ser sorprendida en plena noche por un terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter.
Sólo ha habido algunos heridos graves, pero los daños en las viviendas, comercios e infraestructuras son enormes. Las autoridades han decretado el estado de emergencia. “Parecía que el edificio entero iba a caerse. Se movía hacia adelante y hacia atrás como si hubiera sido golpeado por algo”, explica una mujer y otra añade: “Dios mío, el terremoto duró algo así como un minuto. No hay electricidad ni agua”. En realidad, el terremoto duró 40 segundos y su epicentro se situó a una treintena de kilómetros de Christchurch, la segunda ciudad más importante de Nueva Zelanda, situada en la costa este de la isla sur. El seísmo despertó brutalmente a sus 350.000 habitantes a las cuatro y media de la madrugada. Después, sumidos en la oscuridad y con el miedo en el cuerpo, han sufrido una serie de réplicas de hasta 5,2 grados de magnitud. Los edificios del casco viejo de la ciudad han sido los más dañados.euronews
Sólo ha habido algunos heridos graves, pero los daños en las viviendas, comercios e infraestructuras son enormes. Las autoridades han decretado el estado de emergencia. “Parecía que el edificio entero iba a caerse. Se movía hacia adelante y hacia atrás como si hubiera sido golpeado por algo”, explica una mujer y otra añade: “Dios mío, el terremoto duró algo así como un minuto. No hay electricidad ni agua”. En realidad, el terremoto duró 40 segundos y su epicentro se situó a una treintena de kilómetros de Christchurch, la segunda ciudad más importante de Nueva Zelanda, situada en la costa este de la isla sur. El seísmo despertó brutalmente a sus 350.000 habitantes a las cuatro y media de la madrugada. Después, sumidos en la oscuridad y con el miedo en el cuerpo, han sufrido una serie de réplicas de hasta 5,2 grados de magnitud. Los edificios del casco viejo de la ciudad han sido los más dañados.euronews