¡Hermanos!

Hay una conmovedora escena de una de las mejores películas de todos los tiempos, "El acorazado Potemkin", de Sergio Eisenstein, que ha quedado grabada en cuantos la vieron por su impacto emocional y significación histórica.
La tripulación, sublevada durante la revolución rusa de 1905, sin dirección ni capacidad técnica, y tras navegar sin rumbo, se entrega a las autoridades rumanas. A su llegada al puerto de Constanza es recibida por una multitud al grito de "¡hermanos!".Frecuentemente hemos llamado así a los argentinos.Entre los pueblos es una expresión afectiva alentada por expresiones de solidaridad que se dan y se reciben como algo natural; entre los gobiernos es otra cosa: se ha sostenido o ha caído, según revelan los hechos, por la sinceridad o la hipocresía del gobierno argentino.Ahora nos hallamos ante palabras y hechos de las autoridades vecinas que, en su compleja y a veces contradictoria relación, ponen en duda esa hermandad.....mas