Así como las hormigas construyen su hormiguero y realizan susmúltiples tareas sin recibir dirección de un rey visible, Diostambién está construyendo su Iglesia sin que tengamos un Rey visible. El hecho de que no sea visible no significa que laIglesia no tiene Rey, sin embargo. De hecho, los apóstoles que fundaron la Iglesia mediante supredicación lo hicieron debido a su encuentro con una persona.El se llama Jesús. Los apóstoles como Pedro y Juan primeropasaron tres años aprendiendo de Jesús como sus discípulos. Luego, El se fue al cielo, y los dejó encargados de compartir sumensaje de salvación con todo el mundo.Poco después de que Jesús se había ido al cielo y los apóstoleshabían empezado este trabajo, dos de ellos - Pedro y Juan -tuvieron una experiencia extraña. Entrando al templo, seencontraron con un hombre lisiado que solía mendigar en laentrada. Impulsados por el amor y el poder de su Señor, sanarona este hombre en el nombre de Jesús.Como sería de esperar, mucha gente se acercó para ver qué habíapasado, dando a Pedro y Juan una magnífica oportunidad paracompartirles de Jesús. Sin embargo, había algunas personas queno estaban contentas con lo que sucedía. Se trataba de loslíderes religiosos encargados del templo, y a ellos no lesagradó el espectáculo. Leamos ahora de lo que sucedió cuando seacercaron a la escena, en Hechos 4. Empecemos con los versos 1al 4: