Las llamas devastan las cosechas y cercan a centrales atómicas. Critican la demora del gobierno ruso para actuar ante la crisis. Se teme una escalada de protestas ante la escasez y el alza en los precios de los alimentosAl peligro de radiactividad tóxica, los 52 muertos, los focos de incendio fuera de control, las bases militares perdidas y los campos devastados, se suma ahora el fantasma externo de una crisis alimentaria en otros países como la de 2008.Rusia, tercer exportador mundial de trigo con 8% del mercado mundial, suspendió al menos hasta octubre sus ventas al exterior para garantizar el abastecimiento interno, mientras las llamas destruyen miles de hectáreas de plantaciones que además sufren una sequía histórica.Según advierten expertos, esa decisión podría generar escasez en los mercados de los países importadores y una fuerte alza en los precios de alimentos de consumo diario como la harina, el pan o la cerveza. La situación evoca el recuerdo de la crisis alimentaria de 2008, que provocó violentas protestas en algunos países en desarrollo."Hay pánico en el mercado europeo de cereales", afirma el diario económico Financial Times. Los precios europeos del trigo aumentaron más de un 12% en Europa, mientras que los futuros en la bolsa de Chicago crecieron más de un 80% desde mediados de junio, la mayor escalada en cuarenta años.MAS