
Una nueva jornada de terror se vivió este domingo en la capital iraquí tras tres atentados suicidas en inmediaciones de las sedes diplomáticas de Egipto, Siria, Irán, España y Alemania. El saldo es de al menos 38 personas muertas y unas 224 heridas. El primer ataque se produjo al mediodía en el barrio de
Mansur, a la entrada de la embajada egipcia, que resultó gravemente destruida. Minutos después una fuerte explosión se registró entre las embajadas alemana, española y siria, ubicadas en el mismo barrio. Y de nuevo, un tercer ataque tuvo lugar poco después cerca de la sede diplomática de Irán en el barrio de Salhiyé. "Vi el camión suicida, avanzaba lentamente. Tres guardias de seguridad abrieron fuego para detenerlo, pero siguió avanzando y explotó", explicó Said Mohammed, u
n testigo que presenció el ataque de un kamikaze frente a la embajada de Egipto.Otro auto que viajaba con explosivos en Masba, al centro de Bagdad, fue detenido por las fuerzas de seguridad que estiman que iba a ser detonado contra otra sede diplomática, ya que se dirigía al barrio de Mansur, donde se produjeron las otras explosiones. El ministerio de Asuntos Exteriores español indicó que su embajada en Bagdad sufrió "cuantiosos daños materiales" debido a uno de los atentados, aunque aclaró que no se reportaron victimas fatales. Pero la misma explosión produjo la muerte de dos empleados de la legación alemana. Desde Berlín, la canciller alemana Angela Merkel se declaró "profundamente afectada" por estos atentados, principalmente por el que se produjo cerca de la embajada de ese país. La policía iraquí informó que unas 21 personas fallecieron afuera de la embajada iraní, donde era visible un cráter de al menos cinco metros de diámetro. Otras 17 personas habrían muerto en las otras explosiones. Estos ataques se producen en momentos en que los partidos políticos negocian la formación de un próximo gobierno, luego de las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo. Esas elecciones fueron ganadas por el ex primer ministro Iyad Allawi, pero sus resultados fueron cuestionados por el jefe de gobierno saliente, Nuri Al Maliki

