
Estamos rodeados de un mundo que cada día quiere consumirte más y mas, haciéndote participe de sus corrientes y haciéndote creer hasta cierto punto que lo que haces es normal, porque todo mundo lo hace. En la Palabra del Señor vemos como Jesús menciona que debemos ser la Sal de la Tierra, la Luz del mundo, en pocas palabras: SER LA DIFERENCIA. Vemos la vida de nuestro Señor Jesucristo y podemos analizar como su vida es completamente diferente a lo que el mundo estaba acostumbrado. El vino a darnos un modelo de vida, ese modelo que ahora nosotros como cristianos (seguidores o imitadores de Jesús) debemos llevar a la práctica.