Hoy en 2010, la esclavitud infantil sigue aumentando a cada instante. A comienzos del siglo XXI, son más de 400 millones los niños esclavizados en el mundo.
Millones de niños viven hoy tras el humo de los basureros, arriesgan sus vidas como pescadores de perlas, trabajan en las minas para producir nuestros productos cosméticos, son secuestrados para ser niños soldado, viven entre balazos y violaciones en las calles, son utilizados en el comercio de órganos, en los prostíbulos, en talleres de manufacturas,… Niños a los que se les ha robado la infancia, la educación. Niños sometidos, esclavizados, humillados. Nuestras casas, nuestras calles, los centros comerciales, nuestro consumo, muestran a diario productos elaborados con las manos de los niños esclavos.Hoy hay más esclavos que en cualquier momento de la historia. Los niños son obligados a participar en una planificación internacional del trabajo, consecuencia de un sistema económico perverso. Este crimen mundial, lejos de desaparecer aumenta anualmente en número y en crueldad. No nos dejemos llevar por un lenguaje manipulado: ¡son niños esclavos, no niños trabajadores!