Para las personas obesas, atrapadas en la compulsión de comer, la comida chatarra podría ser tan adictiva como la cocaína o la heroína. De acuerdo con un estudio que publica hoy la revista científica "Nature Neuroscience", ciertos "manjares" con sobredosis de calorías, les pueden desarrollar a las personas una dependencia tan fuerte como la de un drogadicto. Científicos del Instituto de Investigación The Scripps, en California (EE. UU.), demostraron que el cerebro impide abandonar el hábito de tragar "comida basura", con la misma jugada que la que sufren fumadores o adictos al sexo, la heroína o la cocaína. El equipo de expertos, liderado por Paul J. Kenny y Paul M. Johnson, determinó en experimentos con ratas de laboratorio que la comida basura puede crear el mismo equilibrio químico en el cerebro que otras sustancias adictivas. MAS